domingo, 15 de septiembre de 2013

MONT-ROIG DEL CAMP II

Los campesinos de las tierras de Mont-Roig eran auténticos arquitectos y queda demostrado en las construcciones que se extienden por todo el municipio, barracas, pozos, aljibes, lindes, muros, márgenes, etc.  Hace años la vida no era fácil para la gente que trabajaba la tierra, eran explotados por sus dueños, la hambruna y las enfermedades abundaban, el día a día de la mujer era el esfuerzo y el trabajo, las inclemencias, incomodidades y penurias eran contínuas.  Una de las cosas que les facilitaron la existencia fueron las barracas de piedra seca o cocós, como se las conoce en Tarragona.  Los cocós son construcciones muy económicas, porque las piedras se extraían de los campos que iban a ser cultivados, con lo cual el material abundaba.  Una de las características de estas edificaciones era que no utilizaba ningún material para unir las piedras.  La técnica de la construcción en piedra seca consistía en colocar las piedras desplomadas hacia el interior y cerrar la construcción a una determinada altura, creando así una falsa cúpula.  En la parte superior externa se plantaban lirios de Sant Josep que con sus raíces ayudaban a reforzar el techo y a aislarlo de la lluvia.  Junto a la puerta de la barraca se encendía fuego para cocinar y mantener el habitáculo caliente, se puede apreciar por el color más negruzco de las piedras.  La puerta estaba orientada al sur para captar el máximo posible de rayos solares y protegerse del viento.  Los usos de las barracas eran variados, se utilizaban para guardar ganado o herramientas para trabajar el campo o para protegerse de las inclemencias o pasar la noche, tanto campesinos como pastores .  En Mont-Roig hay 110 barracas catalogadas y declaradas bien cultural de interés local.  La recuperación de este patrimonio olvidado la han llevado a cabo estudiosos y ha sido promocionada por el Ayuntamiento.  En el Centro Miró de Mont-Roig es posible encontrar trípticos con el itinerario de las barracas, su nombre, descripción y localización GPS.  Las barracas visitadas se encuentran en la carretera T310 entre Mont-Roig del Camp y el Club de Golf Bonmont.  La primera barraca es la del Aiguader, de planta redonda, a destacar su portal, coronado por dos piedras en ángulo.  De camino a la barraca de los Comuns del Pellicer encontramos una casa en ruinas del año 1933 según está marcado sobre la puerta principal.  Esta casa se construyó con un techo en ángulo muy pronunciado para así recoger la máxima agua de lluvia y gracias a la inclinación depositarla en una canaleta que la transportaba hasta un aljibe donde quedaba almacenada, aljibe que encontramos a mano derecha de la puerta principal.  Al lado, la barraca de los Comuns del Pellicer asombra por su altura, 4,30 m, y se puede apreciar fácilmente la técnica de la falsa cúpula.  La barraca del "Ventanes" es difícil de encontrar, debemos fijarnos, desde la pista, mientras vamos ascenciendo, en la parte derecha. No hay camino, pero es fácil de ver.  En el techo se aprecian los lirios de Sant Josep que protegen el techo.  Parte de la barraca ha sido restaurada, algunas piedras presentan un color diferente a las originales.  La siguiente es la barraca doble.  La de la derecha es más antigua, es circular y de techo plano, la de la izquierda completamente diferente, es de planta irregular y de falsa cúpula.  El interior de las dos es minúsculo.   Deshacemos el camino y cruzamos la carretera T310.  La barraca del camino de les Terres Noves es muy distinta al resto, es alargada y aquí sí que se aprecia la utilización de argamasa en su construcción.  La siguiente es la barraca de los Lliris con una puerta más ancha de lo habitual y una cubierta inundada de lirios.  La última que visitaremos es la más original y elaborada, la barraca en espiral, construcción que va ascendiendo en  espiral y a la que podemos acceder al techo gracias a sus espirales en forma de escalones.
 
Barraca del Aiguader

Interior de la barraca del Aiguader, ejemplo de falsa cúpula

Casa en ruinas con techo inclinado

Interior de la casa en ruinas

 Barraca de los Comuns del Pellicer
 

Interior de la barraca de los Comuns del Pellicer, apreciamos las piedras negras a causa del fuego

Barraca del "Ventanes"

Barraca doble

Campos de olivos que encontramos a lo largo de todo nuestro recorrido

Barraca del camino de las Terres Noves

Extraña construcción que no supe identificar

Barraca de los Lliris

Interior de la barraca de los Lliris

Barraca espiral

Parte posterior de la barraca espiral

sábado, 7 de septiembre de 2013

MONTROIG DEL CAMP I

Visitar la Virgen de la Mare de Dèu de la Roca en Montroig del Camp, Tarragona, puede suponer un pequeño esfuerzo, porque se encuentra a una altura de 292 m, pero la recompensa la obtenemos al asomarnos a su mirador, donde se divisa la basta planicie del Camp de Tarragona.  La Ermita fue fuente de inspiración para Joan Miró, que pasó largas temporadas en Montroig gracias a que su padre poseía una masía en el municipio.  En la Iglesia Vieja podemos disfrutar del Centro Miró, dedicado en exclusiva al pintor y del itinerario Miró que nos ayuda a comprender algo más del universo del pintor.  La Iglesia Nueva está dedicada a Sant Miquel, patrón del pueblo.
Nuestro itinerario es una ruta circular que sale de Montroig, desde la calle de la Mare de Dèu de la Roca.  Cogemos dirección a la Ermita del Peiró (Izquierda) que encontramos a escasos metros de empezar nuestra ruta.  Esta ermita fue construída por un campesino en 1757 para los que no podía llegar, debido al esfuerzo que suponía, hasta la Ermita de la Mare de Dèu de la Roca.  El camino está bien señalizado, con marcas rojas y blancas, imposible perderse.  Durante la ascensión, la Ermita es visible en todo momento.  En la parte superior del conjunto arquitectónico se encuentra la Capilla de Sant Ramon, construída en 1826, es de forma cúbica y gracias a su color blanco ayuda a los marineros a guiarse desde hace muchos siglos.  Al llegar a la Ermita el paisaje de la roca rojiza nos transporta a otro mundo.  La piedra ha sido erosionada por el viento creando cabidades extrañas.  La Ermita es muy rica en historias.  Se destruyó y construyó en varias ocasiones, la virgen fue robada, quemada y reproducida de nuevo y sufrió varias ampliaciones.  Un de ellas  en 1655, fecha marcada sobre el arco de piedra de la fachada sobre una puerta ciega y en 1785, fecha marcada sobre la puerta actual de la entrada a la Ermita.  En el cartel de la entrada a la plaza se informa de que la ermita está  documenta des del año 1230.  Fue un seminario mariano bajo la protección de los monjes del Monasterio de Sant Miquel d'Escornalbou.  Para continuar con nuestra ruta circular buscaremos sobre la piedra roja las marcas blancas y rojas del itinerario marcado, una especie de señal con un 9 en la parte superior nos ayudarà a localizar el sendero que baja (ver foto).  Descendiendo por el camino empedrado encontramos en primer lugar la Font de Sant Jaume, una zona de picnic donde pararse a descansar.  Viendo el camino que nos queda por delante, con sus impresionantes vistas, es fácil retroceder en el tiempo e imaginar a los monjes caminando por el sendero rojo empedrado, el Camí Vell de Montroig de Camp que no ha cambiado tanto.
 
Para llegar hasta Montroig hemos de coger la T310

Bifurcación en la calle de la  Mare de Dèu de la Roca (izquierda)
 
Panel informativo

Comienza el camino
 
Ermita del Peirò

Vista del conjunto arquitectónico del la Mare de Dèu de la Roca

Ascensión a la Ermita

Señalización a lo largo de todo el camino

Preciosa vista de la Ermita

Vistas panorámicas desde la parte alta

A la entrada encontramos este cartel

Ermita de la Mare de Dèu de la Roca, donde apreciamos dos entradas, una ciega.

Sobre el arco de piedra de la puerta ciega queda marcado el año 1655

Actual entrada a la Ermita

Sobre la puerta actual el año 1785 y el escudo de Montroig (una flor de lis sobre un monte)

Hay que buscar las huellas de animales sobre las losas

 1804 Nuestra Señora de la Roca

Señal con un 9 en la parte superior que nos ayuda a guiarnos en la bajada
 
Descenso por el camino empedrado

Nuestra ruta circular nos lleva de nuevo a Montroig

El camino nos da la opción de alargar la ruta hasta Vilanova d'Escornalbou por el Camí dels Carlins
 

domingo, 1 de septiembre de 2013

BOTARELL

Botarell es un municipio situado en el Baix Camp (Tarragona) que posee varias joyas dentro de su núcleo urbano.  La iglesia y las ruinas del castillo son de estilo renacentistas.  La iglesia está dedicada a Sant Llorenç y fue construída entre 1617 y 1622.  El castillo está situado en la parte superior del municipio y fue construído en el siglo XVI para defenderse de corsarios de la época.  Cerca del castillo se encuentran las ruinas de una torre vigía o atalaya, que servía para hacer la vigilancia desde un lugar alto y seguro y comunicar al castillo de un posible peligro de ataque por parte de piratas .  La pedra fita, un monumento megalítico que podemos encontrar a la entrada del pueblo es un menhir de alta importancia história.  Al norte del municipio se encuentra la Font Vella de Botarell, fuente milenario que da origen al pueblo.  Su interesante escudo de armas nos habla del pueblo, en el centro podemos encontrar un tonel  o bota plateada (de ahí Botarell) y una corona dorada con tres torres.  Para empezar nuestra excursión buscaremos la calle de la Creu, muy cerca de la torre vigía.  Allí encontramos dos carteles informativos: el camí de Riudecols por el Collet del Mas d'en Cases i el Camí de Botarell a Riudecols.  Como este itinerario es circular empezaremos por el camí de Riudecols por el Collet del Mas d'en Cases, llegaremos a Riudecols, para acabar en Botarell de nuevo.  El camino está bien señalizado, con rayas amarillas, es fácil de transitar y la duración aproximada es de 2 horas y media.  A pocos metros nos encontramos con un paso elevado donde debemos ir con cuidado al cruzar las vías del tren.   Por el camino podemos apreciar olivos, almendros, avellanos y pinos.  Vamos cogiendo altura según avanzamos hasta llegar al Collet (470 m).  Al cruzar el collet, por el otro lado de la montaña, podemos ver el municipio de Riudecols hasta el que llegaremos después de cruzar la riera.  Siempre bordeando la riera, siguiendo las señales amarillas y por detrás de la fábrica Teixidor seguimos para volver a coger el camino que nos lleva a Botarell.  No está señalizado con ningún cartel informativo, pero basta con seguir las marcas amarillas.  El paisaje de nuevo es precioso, los olivos comparten espacio con los pinos y las tonalidades de verde son increíbles.    Una señal nos indica que la vía del tren está cerca. Hay un caserío en ruinas cerca de la vía y un puente estrecho cruza al otro, esta vez no tenemos que pisar las vías.  El pueblo de Botarell ya se visualiza al fondo y finalizamos nuestro recorrido saliendo al camino asfaltado de la calle de la Creu.
 
Iglesia de Sant Llorenç

Torre del Calvari (torre vigía cerca del castillo)

Él nos salió a saludar al llegar a la torre

Comienzo de nuestra ruta

Final de nuestra ruta

Cruze sobre las vías del tren

Campos de olivos

Des del Coll podemos ver, al otro lado, Riudecols
 

Descenso hacia Riudecols
 
De vuelta desde Riudecols un paisaje que mezcla olivos y pinos

Señalización del camino
 

Aviso de paso elevado

Caserío al lado de la vía

Puente sobre la vía

Y conseguimos que nos pitara el tren
 
Botarell al fondo

Entrada al pueblo

Final de nuestro recorrido